Antonio Benítez ha sido, y siempre será, una persona especial. El alicantino, malagueño adoptivo después de sus cerca de seis décadas ligado a la ciudad y a los colores del CD Málaga y del Málaga CF, se ganó el cariño y la admiración de todos gracias a su simpatía sin igual. La Entidad, tras conocer la triste noticia del fallecimiento, y con la conformidad de la familia Fernández Benítez, decidió que una figura como la suya debía ser despedida desde La Rosaleda.
Ante un suceso tan excepcional, el Málaga CF dispuso una capilla ardiente en la sala de prensa de La Rosaleda. Por allí pasaron numerosos políticos, como D. Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, o D. José María Arrabal, secretario general de Deportes de la Junta de Andalucía; directivos y miembros del Club, como José María Muñoz, administrador judicial del Club, o Francisco Martín Aguilar y Ben Barek, consejeros malaguistas; el primer equipo, encabezado por José Alberto y por los capitanes Lombán, Escassi e Ismael; exjugadores, como Salguero, Canillas o Añón; aficionados y periodistas; y, como no podía ser de otra forma, la familia de Antonio.
«Es de lo mejor que ha tenido este club»
«Se nos ha ido una leyenda malaguista y un sabio del fútbol para toda la afición y el equipo. Lo ha significado todo, una persona en la que siempre hemos demostrado nuestra confianza y ante cualquier adversidad siempre nos ha dado sus buenos consejos. Es, históricamente, de lo mejor que ha tenido este club», declaró con emoción Francisco Martín Aguilar. También se sumó Francisco de la Torre: «Es una persona inolvidable para todos como jugador y entrenador. Dedicó esfuerzos con mucho éxito y debe servir de revulsivo para todos para volcarse más con los colores del Málaga». Y en clave institucional, José María Arrabal ve en la figura de Benítez «el malaguismo encarnado e hecho persona». «Ha estado en las duras y en las maduras con un saber estar y una elegancia personal contagiando las mejores energías. Alguien indisoluble del ADN de esta entidad», confesó.
Un acto en su memoria al que acudió el capitán del primer equipo, David Lombán: «Es una leyenda de este club y un día difícil para el malaguismo. No llevo muchos años aquí, pero era un hombre muy cercano y creo que es un día triste para todos». Y concluyeron figuras como José Salguero o Esteban Vigo: «Una leyenda del fútbol como jugador, entrenador y conocimiento de la cantera». «Lo tuve como compañero, como entrenador y siempre he mantenido una relación muy estrecha. Cuando me han dado la noticia no me lo esperaba. Sabía que estaba delicado, pero no para fallecer».