La vida es cambiante y el fútbol, como ejemplo de la vida que es, también cambia de un curso para otro. Que se lo digan al Málaga en los mercados de fichajes. Los de La Rosaleda siguen sin ser el equipo que más puede gastar, pero el trabajo de ahorro de curso anteriores y el dinero de CVC han cambiado mucho las tornas. Se puede afirmar esto porque el Málaga CF se ha comido a un pez grande de la categoría en este mercado invernal. Toda una SD Huesca que se ha tenido que conformar con lo que no ha querido el equipo boquerón. Una prueba del buen trabajo que se ha realizado en estos meses de noviembre y diciembre, previos a la apertura del mercado.
Pese al susto del ‘caso Gönen’, en Martiricos se han movido bien y rápido. Han tenido la capacidad de convencer a los jugadores de que esperasen y decidiesen dar el sí al cuadro malacitano. El primer ejemplo es Febas. El Mallorca había aceptado también la propuesta del Huesca. Fue el jugador ilerdense el que dijo “no” a la propuesta de los aragoneses para firmar por el Málaga e incluir esa opción de compra muy asequible a final de temporada. Tenerife, en puestos de playoffs durante todo el curso, o Valladolid eran otros de los clubes que estaban en la pugna.
Con Vadillo fue parecido. El futbolista gaditano no dudó en darle el ‘sí, quiero’ al Málaga en cuanto tuvo constancia de la oferta blanquiazul. La proximidad con su Puerto Real natal ayudó, pero las negociaciones fueron muy rápidas y el propio jugador lo reconoció en su presentación. “Sabía que tenia que salir cedido, que mi primera opción era Málaga, incluso antes de estar interesado. Sé que mi mejor rendimiento lo he dado en Andalucía, en Granada, y por eso quería estar cerca de casa”, explicó. El Málaga CF se ha comido a un pez grande de la categoría en este mercado invernal y ahora queda la batalla final por la incorporación de un delantero.
Uno de los problemas que tiene el Málaga son los «forofo-eriodistas» tan malos que tiene, dicho lo cual