Noche mágica en La Rosaleda para Ramón Enríquez. Solo marca golazos de bella factura. Ya lo hizo en Castellón o en Fuenlabrada, pero nunca había visto puerta en su casa. Ante su gente. La primera vez de Ramón Enríquez en Martiricos fue una bella obra de arte. Un misil a la escuadra. Al primer toque. Era gol viéndolo salir de su bota. Así fue. Nada pudo hacer Diego Mariño.
Es el primer gol para el de Órgiva en esta campaña. Un año, otra vez, complicado por lesiones. No fue el dichoso hombro, pero de nuevo cuando mejor estaba sufrió una luxación en el codo. En pleno partido ante Las Palmas. Una dura travesía en el desierto para el centrocampista y también para el Málaga que vio decrecer sus soluciones futbolísticas en el fase de inicio.
Hoy volvió a brillar el ‘doctor Pase’ del Málaga CF. Más de un 90% de efectividad en el pase. 77 completados de 84 intentados. Acabó extenuado, pero fue sin duda de los mejores en el terreno de juego. Un gol que no podrá olvidar. La primera vez de Ramón Enríquez sirvió para liberar meses de sufrimiento y para ratificar que este Málaga suma un ‘nuevo’ punto de partida.
