El 2021 no ha sido un buen año en Los Guindos. Vaivenes, cambios en el organigrama, decisiones que aún siguen generando debate y un sinfín de chascos en lo deportivo, que al final es lo que prima. Pocas alegrías en estos doce meses, esa es la realidad. De penurias. Una entidad que espera remontar el vuelo y frenar su decrecimiento en 2022. El aficionado ya está cansado de hacer este tipo de balances. No se han conseguido los objetivos, si es que los había porque el Unicaja está un poco en tierra de nadie.
El clavo ardiendo al que se agarran los cajistas es la llegada de Antonio Jesús López Nieto a la presidencia del club. Ya cimentando las bases. Desde el pasado mes de julio se trabaja para que esta etapa de transición pase lo más rápido posible. Otra novedad es la incorporación de Juanma Rodríguez a la dirección deportiva, sustituyendo a Manolo Rubia; este y Eduardo García ya son historia.
En lo deportivo, los malagueños consuman un 2021 decepcionante. Aquello de que se cumplan todos tus propósitos, de nada se puede sacar pecho. 19 victorias y 28 derrotas, ese es el balance, con el reparto del pastel entre cuatro competiciones: Liga Endesa, las dos continentales y la Copa del Rey. Los números dicen que de cada diez partidos que ha jugado Unicaja este año, ha perdido seis. Se ha tocado fondo.
Resulta que el mejor día, para muchos, fue aquella derrota copera ante el Barça, allá por febrero. Y se perdió. Pero ya por el hecho de competir con un equipo grande y una estampa que recuerde a antaño, ya es suficiente. Gran partido de baloncesto y mala noche para los nostálgicos. El agarrón ‘fantasma’ de Davies sobre Abromaitis que no vieron los árbitros, de qué estaríamos hablando si se pita…
Fotis Katsikaris llegó a Málaga casi coincidiendo con esa cita. Hacía presagiar que íbamos a ver un Unicaja reconocible, que fuese capaz de competir de tú a tú contra cualquiera. Nada de eso, más bien lo contrario. Sustituía a un Luis Casimiro que había clasificado al equipo para la Copa; nueve derrotas en diez partidos le costaron el puesto al ahora entrenador del Coosur Real Betis.
Los otros objetivos de la temporada 20/21, muy lejos de hacerse realidad: el Top 16 de la Eurocup se saldó con un nefasto 1-5, se esfumaron rápidamente las opciones de entrar en los cuartos de final. Había mimbres para estar entre los ocho mejores; otra vez el equipo se dejó ir. En Liga Endesa, fuera de playoffs. El Unicaja no fue capaz de reconducir la situación. El mayor fracaso de todos porque los malagueños están obligados a entrar entre los ocho primeros.
Este curso más de lo mismo. La mejor noticia es estar en la segunda fase de la Basketball Champions League, una competición hasta ahora descafeinada por el nivel de los equipos. Unicaja parte como uno de los favoritos para suceder al San Pablo Burgos. Un 40% de victorias en ACB en esta primera vuelta (6-9), porcentaje inferior a la media del año, que ronda el 41%. El equipo virtualmente fuera de la Copa y lejos de entrar en Playoffs: son solo dos victorias de diferencia para entrar en esas plazas, pero la igualdad en esa zona media ya te obliga a ganar muchos partidos en la segunda vuelta.
El 2022 va camino de parecerse al 2021. A favor juega el tiempo y esa BCL, una oportunidad de oro para conseguir el segundo título continental de este lustro. Una apuesta del club y aún polémica. La forma de contentar a los escépticos es ganarla, o al menos tener opciones. Poco más se puede rascar.