La temporada 2021-2022 vive su primera gran crisis de juego y resultados. Los principales pecados capitales de esta crisis del Málaga CF tienen que ver con haber perdido la imbatibilidad en casa, los jugadores, las bajas y el banquillo. El orden da igual. Cada pieza de este problema es tan importante como la anterior.
El Málaga ya no es infalible en casa. A veces por juego, otras por el empuje de la afición y otras por fortuna. Sea como fuere, el Málaga sacó sus partidos en casa durante los meses de agosto, septiembre, octubre y noviembre. El hechizo se rompió con el Amorebieta. De haber seguido ganando en casa, la afición habría perdonado los descalabros en Burgos y en Copa del Rey. Sin embargo, se han juntado el hambre y las ganas de comer.
La defensa ya no es la que era. El Málaga encajaba mucho fuera, pero ahora también lo hace en casa. Cuatro goles en las dos últimas visitas de rivales a Martiricos. La ausencia de Juande ha creado un agujero negro en el centro de la zaga. Lombán y Pey están en su peor momento y la cosa no mejora en los laterales. Víctor Gómez ya no ese jugador que impresionaba. La portería tampoco se libra. Dani Martín ha costado más puntos de los que ha dado.
Hay que sumar las bajas a esta crisis. La afición lo puede ver como una excusa, pero es el argumento y, en definitiva, la gran realidad de José Alberto. Juande, Ramón, Paulino, Luis Muñoz, Jozabed y Kevin. Seis jugadores que pueden ser capitales en este Málaga, seis nombres menos en la lista de la pizarra. Las lesiones están pasando factura y mermando la dinámica del conjunto blanquiazul, que se marcha a las vacaciones de Navidad más cerca del cielo que del infierno, aunque con cuatro jornadas consecutivas sin conocer la victoria. No es la mejor forma de cerrar el año y el «José Alberto, dimisión» así lo demuestra.
El banquillo, por último y no menos clave. El plan de José Alberto se ha ido debilitando. Su fútbol vistoso de las primeras jornadas ha desaparecido por completo. El Málaga se ha vuelto un equipo previsible y los cambios del entrenador no ayudan a cambiar la dinámica. Pocas veces (Ibiza y Eibar) se vio el equipo reforzado por las sustituciones del entrenador. Su comportamiento en las últimas semanas, algo nervioso y desdibujado ha provocado que lo que era un murmulló contra él se haya convertido en un grito. Estos son los pecados capitales de esta crisis del Málaga CF.
Todos los equipos más tarde o más temprano tienen sus crisis, de una u otra forma, pero si encima les pasa lo que por desgracia le está ocurriendo al Málaga con el tema de las lesiones, entonces esa o esas crisis se agudizan muchísimo más y es el auténtico talón de Aquiles y en consecuencia pasa esto que le está pasando al Málaga, que se traduce en crisis de juego y lo que es peor, crisis de resultados. En todo este devenir hay muchos factores, en primer lugar, el club, que es el que posibilita economicamente en una u otra medida para fichar jugadores, en segundo lugar su director deportivo que es quien hace esos fichajes con los medios económicos que tiene, y el entrenador que también de alguna forma influye en algún que otro fichaje. A partir de ahí, se puede discutir si ha sido acertado en mayor o menor medida la configuración de la plantilla. Yo pienso que en lineas generales sí está bien configurada, claro está que siempre puede ser mejorable…algún que otro jugador se podría haber fichado otro en su lugar de más calidad, luego, hay que ver su rendimiento…Pero si nos fijamos y tenemos memoria, además es reciente, el Málaga en los primeros partidos, incluso estando ya en el mes de noviembre, hacía un futbol rápido, vistoso, ofensivo, y defensivamente también bastante aceptable, sobre todo en la Rosaleda, que además ganaba los partidos. Fuera, ya sabemos que ha sido otro cantar, aunque sí ha habido partidos como con el Almería o Huesca que ha merecido más. En Almería jugó de cine y si hubiera tenido pegada, eso es, uno o dos buenos delanteros, se lleva los tres puntos. Entonces analicemos, porque es muy fácil cargar toda la culpa contra el entrenador, y resulta que este entrenador nos ha demostrado que este equipo es capaz de jugar bien y ganar partidos, pero tiene un hándicap muy determinante y que hace que el equipo no funcione como lo hacía y además dejándose el alma en los partidos y es ese rosario de jugadores lesionados, jugadores además de los importantes, de los que no pueden faltar, y eso está lastrando totalmente todo en su conjunto, al mismo entrenador, por supuesto, como a los mismos jugadores que salen todas la jornadas. Y me explico…Esos jugadores que faltan son los pesos pesados del equipo e influyen determinantemente en el resto, y el hecho de que no estén, esa confianza, esa seguridad que le dan al resto de los que salen a jugar y ese entendimiento en el cómo y en la forma de jugar, les falta, y todo se transforma en lo que estamos viendo, inseguridad, incomodidad, desconfianza, etc, etc…El entrenador, como creo que todos, unos más que otros, acertarán más o menos, pero con este panorama desolador de tantos jugadores que eran, son la piedra angular para el buen funcionamiento del equipo, no están…y a algunos, ni se les espera ya esta temporada. Así es muy, muy difícil, es muy complicado encima hacerlo bien, o al menos, ganar partidos. Porque sin ir más lejos, poqué nos gana el Leganés y además de forma tan sobrada e insultante? Con todos mis respetos, el Leganés no es el Bayer Munich, pués lo hace así, por nosotros mismos, por nuestro mal partido, consecuencia de todo lo que he enumerado anteriormente. Ahora sólo queda, primero que se recuperen todo lo bien posible esas piezas fundamentales, Juande, Jozabed, Paulino, Chaverría, Kevin, S. Gassama, Ramón, ahora otra vez, Hichán…Es que, tela, tela, tela…Y por supuesto que den con la tecla de la suerte en los futuros fichajes.