Unicaja y Joventut. O lo que es lo mismo, un clasicazo de nuestro baloncesto. El Carpena acoge esta noche un partido de esos que pueden ser un punto de inflexión, para bien o para mal. Una cita cargada de alicientes, focos y muchos quilates en el parqué. Marcado en rojo desde hace semanas, la Penya puede dictar sentencia en las opciones coperas de los malagueños. Una final anticipada. Ganar o ganar. Un tropiezo echaría por tierra cualquier esperanza, hasta del más iluso.
Porque conseguir un triunfo supondría sumar la séptima del curso y meterte de lleno en la pelea, a un rival directo que tiene que jugar aún con Real Madrid y Barcelona. Dar un golpe de autoridad ante un rival de categoría, hito que el Unicaja no ha podido conseguir este curso. En un ambiente mágico y que va a recordar a las grandes noches del Carpena. No vale fallar. Si los malagueños no consiguen imponerse al Joventut, es que no merece estar entre los mejores.
El Joventut de Carles Durán es el cuarto clasificado de la tabla. Una temporada sobresaliente hasta la fecha: 8-4 en Liga Endesa y segundo en su grupo de Eurocup. El club catalán quiere volver a ser lo que fue, hace unos años incluso se puso en duda su supervivencia; tocó fondo para resurgir y poco a poco coqueteando con los más grandes de la Liga Endesa, donde también debe estar el Unicaja.
La columna vertebral de la Penya está conformada por jugadores de mucho renombre: un Ante Tomic que ejemplifica el liderazgo, el trabajo, la capacidad de hacer más cosas cada año que pasa, y que el paso de las temporadas no te inmute para rendir como un reloj. Muchos aún se cuestionan cómo este jugador puede estar fuera de la Euroliga. El fino pívot croata es el segundo jugador más valorado de la competición (18,4) solo superado por Dubjlevic. A sus 34 años está firmando la temporada más brillante de su larga carrera en el plano individual. Ahí es nada.
También Pau Ribas y Guillem Vives, ambos internacionales y de la casa. Dos jugadores que le dan al Joventut esa experiencia para ilustrar a los jóvenes, ya que hablamos de uno de los equipos que más apuesta por los de abajo. La lista de mitos que han pasado por la cantera de Badalona es eterna. Una rotación que la complementan nombres como Brodzianski, segundo jugador más valorado (12,4) y otro de los grandes peligros de los catalanes, o Joel Parra y Derek Willis, versátiles en la posición de alero.
La Penya es el tercer equipo más valorado de la competición (90,33 de media), el quinto mejor ataque (81,6 puntos por partido) o el séptimo en rebotes (34,6 capturas); lo que le convierte en un equipo muy alegre, difícil de defender y peligroso si el Unicaja no es capaz de mantener la concentración. Controlar las emociones será clave.
Historicamente, al Unicaja se le ha dado bien recibir al Joventut: de los últimos nueve enfrentamientos en el Carpena, ocho victorias para los malagueños; aunque también hay que tener en cuenta que ha coincidido con la peor época del club. El último precedente acabó en prorroga: fue en la penúltima jornada de la temporada regular y en la prorroga (102-93). Un triunfo liderado por los 30 puntos de Brizuela.
