Dura derrota para el Málaga CF en Majadahonda. Los blanquiazules pasaron a engrosar la lista de equipos coperos que no cumplen con su papel de favoritos. Un solitario gol de Rubén Sánchez valió para tumbar a los blanquiazules que en ningún momento se sintieron cómodos en el Cerro del Espino. Dani Barrio salvó a los de José Alberto de una goleada mayor con dos paradas que evitaron una vergüenza más grande. José Alberto López, con un equipo plagado de bajas, quiso hacer experimentos que acabaron con resultado fallido. Cualquier alineación de los de Martiricos tendría que haber valido para pasar de ronda.
Lo más novedoso de todo fue ver a Cufré de mediocentro. El argentino cuajó un mal partido en la medular, en un puesto que no es el suyo y donde no fue capaz de combinar ni tres veces con Genaro. El Málaga murió en Copa por la falta de argumentos en el centro del campo. Durante muchos momentos, los malacitanos dieron la pelota al rival y fueron incapaces de jugar al fútbol en campo contrario, eso de lo que tanto presume muchas veces el cuerpo técnico del entrenador asturiano. Cufré no funcionó y cuando José Alberto lo quiso arreglar era demasiado tarde.
Ninguno de los cambios del entrenador malaguista sirvió para revivir a un Málaga que se pasó todo el partido en encefalograma plano. Incapaz de disparar a puerta rival, salvo el tiro lejano de Genaro al larguero. Cuando entró Dani Lorenzo, el cuadro costasoleño era ya una amalgama de delanteros distribuidos por el campo sin ton ni son. Lo de Calero en la izquierda e Ismael Casas en la derecha tampoco salió. Ninguno acabó el partido y el Málaga tuvo cero profundidad en sus ataques. Brandon, otro de los cambios aportó menos que Jairo, en una sustitución más pactada que otra cosa. Los experimentos de José Alberto López fueron fallidos y el Málaga verá la Copa del Rey por televisión a partir de ahora.
