El Wizink Center es una pista que no se le ha dado bien al Unicaja históricamente; aunque es una afirmación extrapolable a una amplia mayoría de equipos de la Liga Endesa: el Real Madrid ha convertido que su pabellón sea un fortín, donde cada temporada suma las derrotas con varios dedos de una mano. Los cajistas tienen una ardua tarea esta tarde, pero ni mucho menos imposible. El Herbalife Gran Canaria ya sabe lo qué es asaltar la parroquia madridista en este curso. Con la resaca del Clásico, los malagueños tienen una gran oportunidad de dar la campanada en la capital.
La última victoria de los malagueños en la casa madridista data del 15 de marzo de 2013, por aquel entonces Palacio de los Deportes: fue en un Top-16 de la Euroliga. El Unicaja de Jasmin Repesa fue capaz de ganar al ya Real Madrid de Laso (74-77). Luka Zoric y Krunoslav Simon, ambos croatas, comandaron un triunfo de mucho prestigio. El aguerrido pívot se fue hasta los 21 puntos y 12 rebotes, para completar un 33 de valoración. De aquella rotación, solo hay un superviviente: Alberto Díaz, que ese día no pisó la cancha pero ya formaba parte del primer equipo.
En ACB, el último precedente es aún más lejano: el 15 de mayo de 2008, en los playoffs de esa temporada. El Unicaja de Scariolo ganó al Real Madrid en Vistalegre (73-89). Ha llovido desde entonces. En los cuartos de final, los malagueños resolvieron la serie por 2-0 ante el conjunto de Joan Plaza.
Sí que ha habido oportunidades, pero siempre se han quedado en un ‘casi’: la temporada pasada, por ejemplo, el Unicaja estuvo vivo hasta el final (91-84); o en la Copa del Rey de 2018, que se celebró en Madrid, los cajistas se quedaron con la miel en los labios (89-84).
En la cancha que va a pisar el Unicaja también es la casa del Estudiantes, otro rival que se le ha atragantado a los cajistas: de las últimas cinco visitas a los colegiales, el balance es de dos victorias y tres derrotas. Algo tiene el Wizink Center que no sienta bien a los malagueños.