Cambio de planes en Los Guindos. El mercado actual deja muchas complicaciones para la dirección deportiva cajista, que sigue sin encontrar a ese jugador por el que apostar. No obstante, el radar sigue activado; y si Juanma Rodríguez encuentra esa pieza para cerrar la plantilla, con el beneplácito del entrenador, la operación se hará. El paso de las semanas va reduciendo las posibilidades.
Katsikaris tiene que conseguir los objetivos con lo que dispone. Resulta que en el primer partido siguiente al parón de selecciones, Carlos Suárez y Rubén Guerrero cogen galones: ambos tuvieron minutos de calidad en la victoria ante el Coosur Real Betis. Del primero no sorprende porque hablamos del capitán, un jugador que tiene aún mucho que aportar a los cajistas. El madrileño salió en el tercer cuarto para aportar ese liderazgo, traducido en defensa y consistencia, ese término que tanto gusta al heleno.
El caso de Rubén Guerrero es de aúpa: un jugador que tenía pie y medio fuera de Málaga hace unas semanas, que iba a ser rival de Unicaja el pasado domingo. Por circunstancias en los despachos, milagrosamente sigue en Los Guindos; y para culminar esta historia hace un buen partido: 13 de valoración en apenas nueve minutos sobre el parqué. Una actuación que puede suponer un giro de guion en su futuro.
Caprichos del destino. Dos jugadores con un rol muy reducido hasta ahora, uno de ellos haciendo las maletas, son las apuestas del Unicaja para tapar ese hueco. Katsikaris seguirá insistiendo en ese regalo, y en las fechas que estamos los deseos suelen hacerse realidad.
