El Unicaja visita este domingo al colista de la tabla: un Coosur Real Betis que hasta ahora arrastra una temporada decepcionante. Más allá de los resultado, que son muy malos, las sensaciones son aún peores. El proyecto de Joan Plaza llegó a su fin después caer ante el Real Madrid, aunque el crédito del catalán ya estaba agotado semanas antes. Un equipo construido en verano para aspirar a algo más que una salvación, después de mantener la categoría de forma agónica el curso pasado. Solo suman dos victorias en once partidos: la primera llegó ante el Morabanc Andorra en la prórroga, allá por septiembre, y la restante en la Fonteta sorprendiendo al Valencia Basket, un triunfo de prestigio ante uno de los gallos de la competición, pero ahí se quedó, en una mera casualidad porque los andaluces no levantan cabeza.
Derrotas ante rivales directos y dejando unas sensaciones horribles: ante equipos como Breogán, UCAM Murcia o Manresa; todas ellas por veinte puntos o más. Con los catalanes perderían en San Pablo por 42 puntos (64-106), la mayor paliza hasta ahora de la competición. El Betis, además de ser el farolillo rojo, es el que peor +/- tiene hasta ahora: 183 puntos en negativo; traducido es que suelen caer por más de dieciséis puntos de media. Un desastre.
Hay estadísticas globales llamativas: el Betis es el equipo peor valorado con mucha diferencia (66.1); el penúltimo es el San Pablo Burgos, con 75,1. Metiendo un poco el bisturí, es el peor ataque de la competición, con apenas 70 puntos por partido; el penúltimo en rebotes (31.8); el que más balones pierde (17); o el peor en porcentaje en triples (30.8%). Luis Casimiro tiene un duro trabajo por delante, quizás una de las tareas más complicadas en su extensa carrera como entrenador: una salvación que volverá a estar muy cara otra temporada más. Y además sin su mejor hombre hasta la fecha: un Marko Todorovic que vuelve a China, después de acogerse a una cláusula en su contrato. Un drama para los béticos.
El manchego ya acumula dos semanas de entrenamiento con sus nuevos jugadores, un mínimo de tiempo para aplicar conceptos, sistemas, o al menos dar una mejor versión de la que viene dando el equipo. Seguro que el Unicaja tendrá que mantener un nivel de dureza alto ante un equipo muy necesitado de triunfos.
Plantilla:
La rotación de los sevillanos sí tiene mimbres para salir de ahí abajo. Algunos nombres ya se han visto en mil batallas en la Liga Endesa, además de tener calidad. Un equipo que se ha reforzado en los últimos días, con las llegadas de Eulis Báez y Cvetkovic.
Pepe Pozas. Un viejo conocido en la afición cajista. Se formó en Los Guindos, malagueño además. Tuvo que salir al no tener hueco en el primer equipo del Unicaja. El base, ya veterano, siempre ha sido de un perfil defensivo: muy buenas manos y pegajoso pese a su 1,83 de estatura. Primera temporada en Sevilla después de siete temporadas en el Obradoiro de Moncho Fernández; no es mal padrino. Juega de media 16:19 minutos.
Shannon Evans. El máximo anotador del equipo hasta la fecha, con 12,5 puntos por encuentro. El norteamericano, formado en la Universidad de Arizona, llegó a San Pablo el pasado verano desde la liga turca. También base pequeño (1.85) con un buen uno contra uno, mucha capacidad de anotación, pero que no ha terminado de explotar. Sus porcentajes de tres son horribles: un 26,8% en cinco tiros que suele intentar por choque. Es un jugador peligroso, de un perfil similar a Norris Cole.
Aleks Cvetkovic. Se estrenará ante el Unicaja. El base serbio de 1,88 firmó hasta final de temporada. Se trata de un jugador completo: buena inteligencia sobre la pista, experiencia, además de ser un buen tirador, como ha afirmado Katsikaris esta mañana. Conoce la Liga Endesa, ya que jugó en Manresa varias temporadas; también en Estudiantes y Breogán. Viene de jugar en México.
Dairis Bertans. Un escolta archiconocido de la competición. Hermano de Davis, jugador que está haciendo carrera en la NBA. El letón fue una de las grandes apuestas de la dirección deportiva en verano: un jugador que disputó la Euroliga con el Khimki ruso la temporada pasada. Su papel está siendo discreto hasta ahora, en la línea del equipo: juega 25 minutos, con una media de 7,1 puntos por partido y un 35,4% desde la linea de tres, el jugador más fiable del Real Betis en esta faceta.
Vrenz Bleijenbergh. Este alero de 2,08 de tan solo 21 años es una de las grandes apuestas para el futuro. Y en Sevilla no tienen mal ojo con el talento, que se lo digan a Porzingis o Satoransky. El belga firmó por tres años después de promediar casi diez puntos en la liga belga. Esta temporada ha jugado una media de casi quince minutos, sin ningún apartado estadístico respetable. Un melón por abrir.
Pablo Almazán. El capitán. Otro rostro familiar en Los Guindos. El veterano alero granadino suma su cuarta temporada de verdiblanco, con un ascenso incluido. Ese perfil de jugador que está dentro del club de los intangibles y tanto gusta a los entrenadores: carácter y liderazgo sobre el parqué; por eso ha hecho tanta carrera.
Eulis Báez. El dominicano es un guerrero. A sus 39 años, vuelve a la Liga Endesa para aportar a los sevillanos liderazgo, carisma y mucho trabajo. Carrerón en España, Báez es un mito del Herbalife Gran Canaria, donde estuvo a las órdenes de Luis Casimiro durante sus tres años en la isla. Se marchó de Manresa el pasado verano y otra vez está de vuelta. Seguro que dará problemas a la pintura cajista.
Visto Brown. Uno de los mayores peligros de los béticos. Con sus 2,03 de estatura es un jugador con un físico imponente, calidad y otro de los hombres a vigilar. De las mejores noticias de la temporada. El ala-pívot llegó del Le Mans este curso. Promedia en estos once partidos 11,8 puntos con buenos porcentajes, y más de 10 de valoración.
Beqa Burjanadze. Una cara que sonará a todos, ya que se enfrentó a España hace unos días. El ala-pívot georgiano es un jugador duro, con muchos años de carrera pese a sus 27 años Poco ortodoxo pero es un seguro de vida para equipos de este perfil. Un tipo competitivo y fiable. También es su primer año en la capital andaluza, en su segunda etapa, ya que se formó en las categorías inferiores de los hispalenses. 10,3 de valoración hasta la fecha en veinte minutos de media.
Nick Spires. Segundo año en Sevilla. El pívot sueco, de 2,10, ha tenido un papel residual en la rotación con Joan Plaza: algo más de ocho minutos. Veremos con Casimiro
Anzejs Pasecnicks. El grande letón ha ido de más a menos en su carrera: un talento descomunal pero que no ha terminado de explotar. En la temporada 16/17 estuvo en el mejor quinteto de jóvenes en la Liga Endesa, con la camiseta del Herbalife Gran Canaria. Con Casimiro sacó su mejor versión. Aterrizó en Sevilla después de no tener minutos en la NBA.
Danny Agbelese. El norteamericano es el último pívot en la rotación. Viene del Promitheas griego, el exequipo de su nuevo entrenador.