Se sufrió, pero esta vez hubo final feliz. El Unicaja suma la quinta temporada en Liga Endesa, la segunda consecutiva, y que refuerza la idea de que los malagueños estén en la próxima edición de la Copa del Rey. Estas dos jornadas en casa estaban marcadas en rojo en las cuentas de Los Guindos. Ambos con victoria y con nota, pese a la mala primera mitad de los malagueños ante un aguerrido y sólido Urbas Fuenlabrada. Los madrileños llegaron a ir ganando por doce antes del descanso. Hoy el Unicaja sí tuvo esa capacidad para darle la vuelta al electrónico.
Un Urbas Fuenlabrada muy acertado en el lanzamiento exterior en los primeros compases, con un buen parcial de 2-8 para arrancar. Al Unicaja le costaría entrar en ese ritmo de acierto que no tuvo en Dijon; pero no con esa plenitud que sí vimos ante el San Pablo Burgos. Abromaitis comandaba el ataque de los Katsikaris, una de las mejores noticias de las últimas semanas: el buen rendimiento del norteamericano. A los cajistas les costaba equiparar esa capacidad física que si había puesto en escena el conjunto fuenlabreño. Un 12-17 falta de minuto y medio hacían saltar las alarmas en el banquillo; el técnico heleno no le quedaba otra que tirar de Alberto Díaz, el antídoto para dar esa brega. Un triple de Novak y una gran canasta de Barreiro sellarían un primer cuarto dominado por los visitantes: 14-20. Poca continuidad en el juego; a los cajistas les costaba generas buenas situaciones en ataque.
Muy cómodo el Urbas Fuenlabrada hasta ahora; los madrileños seguían poniendo muchos problemas a los de Katsikaris. Emegano, con ocho tantos y máximo anotador del partido hasta el momento, ponía la máxima para los blanquiverdes (16-28). Alberto Díaz acercaba a los malagueños hasta los seis de desventaja. Un buena canasta de Francis Alonso cerraba un brillante parcial de los locales para ponerse a tiro de los visitantes (25-28). El tiro exterior parecía ser la única vía para darle la vuelta al choque; Brizuela se sumaba a la fiesta con una gran canasta desde la esquina. A falta de dos minutos, los cajistas no conseguían ponerse por delante (30-35); el buen bloque defensivo de los visitantes, liderado por Eyenga y Alexander, impedían que Unicaja estuviese cómodo sobre el parqué. Una canasta de Samar dispararía de nuevo a los pupilos de Raventós, poniendo el +7 en el electrónico y obligando al técnico cajista a pararlo. Una mala primera parte de los malagueños, claramente por debajo en el ritmo de juego, la mejor noticia sin duda el marcador, un alley oop fallido entre Novak y Alexander dejaría congelado el 33-39 después de dos cuartos. Hora de hacer ajustes si los de Katsikaris quieren darle la vuelta a un choque que pintaba feo por sensaciones, por la gran capacidad física fuenlabreña, el mal pocentaje en los tiros: un 41% y un 3/16 desde el triple; y sobre todo el apartado de pérdidas, diez. Demasiadas si un equipo profesional quiere ganar un partido de baloncesto en la máxima élite.
Un ambiente algo frío en el Carpena, condicionado quizás por la coincidencia con el fútbol y el mal tiempo en la capital costasoleña. Otra cara mostrarían los malagueños en los primeros minutos de segunda mitad; en cuatro minutos el Unicaja conseguía remontar la desventaja (48-48) gracias a las canastas de Bouteille y Norris Cole; los malagueños encendidos pero muy bien respondido por los visitantes. Brizuela, con dos tiros libres, ponía a los de Katsikaris liderando el marcado por primera vez (52-51). El panorama había cambiado de forma radical en tan solo cinco minutos; el parcial seguía aumentando gracias a dos buenas acciones de Abromaitis, el norteamericano pondría el +6 desde la personal. Le tocaba a Urbas Fuenlabrada responder. A falta de 3:24 para irnos al último período, los locales ponían la máxima y el Carpena disfrutaba con su equipo (60-53). Los malagueños tratarían de romper el partido gracias a dos robos, de Brizuela y Abromaitis, para colocar el 64-53. Pero los fuenlabreños aguantaban el tirón y conseguirían irse al ultimo cuarto con una desventaja de solo cuatro puntos (65-61). Un buen parcial de 1-8 para titubear a los verde y morado.
Unos diez minutos de infarto por delante, y con un Carpena que empezaba a ver viejos fantasmas de las grandes ventajas desaprovechadas. Un triple de Francis Alonso ponía a volver la tranquilidad, pero respondido rápidamente por Emegano (70-64). Los tiros libres de Norris Cole dejaba a los malagueños en una buena situación para certificar la remontada a seis minutos para el final. Otro segundo round salvado por los de Raventós; volverían a colocarse a tiro de los malagueños (75-71). Parece que a la tercera sería la vencida: una buena entrada a cancha del Unicaja pondría la máxima (82-71). A falta de dos minutos para la bocina, salvo milagro madrileño, el triunfo se queda en el Carpena. Brizuela, con triple lejano, certificaría la victoria cajista a falta de sesenta segundos. Un marcador final de 90-86 gracias a un triple sobre la bocina de Cheatham. Un triunfo comandado por Tim Abromaitis y Darío Brizuela, con 18 y 16 puntos respectivamente.