El Unicaja da el pistoletazo de salida en la carrera por estar en la Copa. Visita el Martín Carpena un Hereda San Pablo Burgos, que comparte el mismo objetivo que los malagueños: estar en Granada del 17 al 20 de febrero. Será la primera final; solo vale un triunfo para coger carrerilla y meterse de lleno en esas últimas plazas que dan billete directo a la fiesta del baloncesto nacional. No se contempla otro escenario que no sea ganar al conjunto burgalés. El feudo cajista jugará un papel fundamental en esas opciones, pocas, pero hay que apurarlas. Las cuentas están muy claras, ni calculadoras ni carambolas: ganar al menos seis de los ocho partidos que aún quedan para cerrar las actas. Mañana es el primer examen.
Llega un rival necesitado de victorias. Con el mismo balance que los malagueños: un pobre 3-6 y cuatro derrotas consecutivas en competición liguera. En la ciudad burgalesa también han saltado las alarmas. Será un duelo de necesidades y tenso, con mucho ojo al miedo a ganar, que también se suele dar en este tipo de encuentros. Un rival renovado con respecto al que asaltó el Carpena la temporada pasada, pero que mantiene un núcleo duro de jugadores experimentados. Katsikaris ha enfatizado en cuatro nombres en particular: Vítor Benite, Xavi Rabaseda, Alex Renfroe y Dejan Kravic; este último llegó a sonar con fuerza la temporada pasada para recalar en Málaga. Todo ellos con una amplia trayectoria en Liga Endesa.
Se marcharon en verano Joan Peñarroya, Jasiel Rivero y Thad McFadden, tres pilares fundamentales en la consecución de la Basketball Champions League el curso pasado, esa competición que anhelan los malagueños. Los dos primeros de la mano. Ha llegado Zan Tabak, un viejo conocido, y que espera seguir con ese hambre, pese a estar el listón alto. Los resultados hasta ahora no están llegando. Otro aliciente es el debut de Julian Gamble; el experimentado interior norteamericano cambió Tenerife por Burgos hace apenas unos días. Un jugador que le habría venido de perlas a este Unicaja, por qué no decirlo.
Los malagueños llegan a la cita con todos los jugadores disponibles. Los trece efectivos de la plantilla cajista estarán disponibles para Katsikaris. No hay excusas. «Los chicos están con ganas de salir de este bache», ha afirmado el técnico en la rueda de prensa previa. Una semana para reflexionar y corregir los errores que siguen condenando al club de Los Guindos, sobre todo en finales apretados, donde el equipo tiende a bajar los brazos y echar por tierra el trabajo realizado. Será un atractivo ver el papel de Jaime Fernández en la rotación o cómo contrarrestar el poderío físico de los burgaleses en la pintura, con el propio Gamble o Kravic, segundo jugador más valorado, solo por detrás de Álex Renfroe. Dani Díez, que abandonó Málaga de aquella manera, se reencontrará con algunos excompañeros.
Unos precedentes que no ayudan a ser optimistas. Unicaja encadena tres derrotas seguidas ante el conjunto castellanoleonés. El último partido entre estos dos equipos nos lleva a la jornada 28 de la temporada pasada. Los de Joan Peñarroya, por aquel entonces, se llevaron una victoria de prestigio en el Carpena por 93-101, gracias a un clínic de Rivero y McFadden; ambos con 26 tantos. La única vez que el equipo rival, con Katsikaris de técnico, supera la barrera de los cien puntos.