«No me arrepiento de nada, el Málaga no lo olvidaré nunca«. Con esas palabras supo despedirse de los blanquiazules, siendo una de las etapas más cortas de la historia del fútbol en lo que a la relación jugador-club respecta. Un mes aproximadamente fue lo que duró la aventura blanquiazul de Shinji Okazaki en el Málaga CF, y ahora supone el recuerdo de un bochorno.
La ruptura contractual se produjo tras una malísima gestión por parte de la directiva malaguista. En ese caso, la operación fue puesta en marcha por Caminero, pero el elevado sueldo del jugador no casaba con las exigencias económicas que el Málaga tenía por aquel entonces, por lo que no pudo ser inscrito en competición.
Todo ello tuvo también repercusión para el jugador. Llegó a caerse de las convocatorias con su selección ante la falta de partidos oficiales a sus espaldas. Aún así, el ariete japonés tuvo el detalle de despedirse de buena manera del conjunto boquerón y su afición, que le había recibido con enorme cariño.
Pues bien, los caminos de Okazaki y el Málaga CF vuelven a cruzarse. Esta vez como rivales y con la mente puesta en alcanzar los puestos altos de la tabla. Cartagonova será el escenario, aunque el reencuentro parece que no se dará desde el comienzo. El once del Cartagena apunta a no contar con el ‘ex-malaguista’ desde la partida.
524 minutos a las espaldas del japonés en lo que va de curso, y que han servido para anotar un tanto. En este caso fue en la goleada del Cartagena sobre el Ibiza, aumentando la sangría en su escenario.
Esta vez no habrá un reencuentro cordial con Okazaki, que supone el recuerdo de un bochorno para el malaguismo. El japonés tratará de acabar con las aspiraciones blanquiazules en Cartagonova.
