Genaro marcó un auténtico golazo para que el Málaga CF sumase tres puntos de los de verdad en LaLiga Smartbank. Con oficio y sacrificio, los hombres de José Alberto López sumaron un triunfo muy importante para no alejarse de la zona noble de la clasificación pero también poder alejar los fantasmas que se cernían sobre La Rosaleda.
Tras el doble duelo pirenáico aragonés, el debate en torno a la lectura de los partidos del míster asturiano y su tardanza en relación a los cambios que realiza se había agudizado. La cuestión es que frente al Lugo una cosa y la otra variaron poco pero con la diferencia de que en esta ocasión todo salió bien.
Primero, porque los gallegos fueron siempre a remolque del buen juego costasoleño y nunca pudieron parar las arremetidas de Víctor Gómez ni los desmarques de Paulino, ni la movilidad de Sekou, otra vez lesionado. Tampoco fueron capaces de soportar el empuje del “mariscal” Escassi o alguna que otra subida de Cufré junto a las habilidades de Kevin o Brandon.
Aunque lo más significativo fue la intervención magistral de Dani Martín para evitar el empate lucense en las postrimerías del encuentro. Si tuviese regularidad en sus actuaciones estaría jugando en la Liga Santander. El equipo mostró su mejor cara siendo solidario en sus acciones y jugando al límite del esfuerzo recuperando de ese modo lo que hizo ilusionarse a la afición con el milagro del ascenso.
En una temporada donde 15 equipos van casi de la mano, un triunfo de los de verdad redime al conjunto malaguista y a José Alberto López, de paso tranquiliza a la afición malaguista y al entorno.
¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último.
