Es una temporada bien distinta. Dos campañas que distan un mundo, pero hace casi un año, el Málaga también sufrió una goleada severa. Un duro tropiezo en Vallecas. Un 4-0 contra el Rayo Vallecano. Al menos la derrota sirvió de acicate y activó en las próximas jornadas al equipo de Pellicer. El Málaga, casi un año después del último revolcón, el 3 de octubre de 2020, revive una noche negra.
Por aquel entonces el Málaga tenía que enfrentarse al Rayo Vallecano tras dos victorias consecutivas. Los blanquiazules ganaron previamente al Alcorcón y al Castellón. El objetivo, más allá de competir y seguir sobreviviendo, era el de mantener esa inercia positiva de resultados. De hecho, en esas jornadas y de manera anecdótica y circunstancial, los de Pellicer coquetearon con los puestos de liguilla hasta que la ocuparon de manera temporal.
En Vallecas uno de los pocos revolcones que sufrió el Málaga de Pellicer. Un mal inicio ante el equipo de Iraola acabó por firmar la derrota. Un suspenso generalizado en una noche gris de los malaguistas. En apenas 20 minutos, el Rayo ya mandaba 2-0 y para más inri, los siguientes goles llevaban seño malagueño: Pozo y Antoñín.
Dentro de lo malo, este duro varapalo activó al vestuario y el Málaga comenzó a racha de cuatro jornadas sin perder. 8 puntos de 12 posibles (empate ante Las Palmas, dos victorias consecutivas ante Zaragoza y Sporting de Gijón y tablas ante el Mirandés) que permitieron allanar un poco el camino en la categoría. El Málaga revive casi un año después su último revolcón. José Alberto y los suyos esperan que tras esta zozobra llegue la calma y sobre todo los puntos. De momento, intercambio de algo más que pareceres.
