El Málaga CF no tuvo la mayor de las suertes en el encuentro frente al Almería. En el área rival, los ‘arietes’ blanquiazules no consiguieron perforar la red tanto por falta de puntería como por las excelentes intervenciones de Fernando. No obstante, en la zona de remate malaguista, la historia fue totalmente distinta. Dani Barrio no tuvo su mejor día, y reabre el debate bajo los palos.
El portero gijonés de 33 años ha sido hasta ahora todo un baluarte para la portería malaguista. En la primera jornada, salvó al conjunto blanquiazul en el encuentro frente al Mirandés con algunas estiradas impresionantes. En el segundo encuentro, ayudó a mantener el empate en Ibiza con intervenciones magistrales -una de ella en la última acción de partido- que concedieron el punto final al Málaga CF. El tercer envite también obligó a que Dani Barrio sacara sus paradas a pasear para conseguir el triunfo frente al Alcorcón. Pero el fútbol no tiene memoria.
En Almería, el conjunto dirigido por Rubi disparó a puerta en tres ocasiones. Dos de ellas fueron gol. En el primer tanto indálico, el remate de Sadiq fue exquisito, el asturiano no pudo más. No fue un remate potente, pero sí colocado a las mil maravillas a un lateral de la meta blanquiazul.
Es en el segundo gol donde se siembran las dudas. En un centro lateral por parte del conjunto rojiblanco a balón parado, el caos reinó en el área malaguista. Dani Barrio salió de puños, pero con muchas dudas. Su despeje, que debió ser más elevado, salió con poca fuerza y altura. Tras una serie de rebotes desafortunados, y con un cancerbero malaguista fuera de posición, el gol de Chumi fue sencillo.
De esta forma, Dani Barrio reabre el debate bajo los palos. ¿Aplicará José Alberto el criterio que tiene con sus jugadores de campo, en el que el que no esté al nivel no juega? ¿O se mantendrá en sus trece con la idea de no cambiar a los guardametas? La Rosaleda será testigo de la decisión el próximo domingo frente al Girona.
