Que el fútbol vuelva a la rutina diaria significa una cosa: la polémica va de la mano. Dos elementos inseparables que se juntaron en el estreno liguero de los de José Alberto. Hasta tres jugadas concretas pudieron decantar el rumbo del resultado para una dirección u otra. Y la pregunta se hace por sí sola. El VAR y la actuación de Pulido Santana en el Málaga-Mirandés, ¿acierto o error?
El arbitraje del canario benefició a los blanquiazules. Tal que así, aunque primero hay que pasar por el gol de Juande que no subió al marcador -poco hay que decir, bien anulado por fuera de juego del central cordobés-. ¿Por qué le favoreció? Por la segunda situación que originó un mar de dudas. El colegiado levanta la mano en primera instancia por falta en ataque de Íñigo Vicente sobre Ismael Casas, pero la repetición invita a los interrogantes. ¿Hay suficiente contacto como para penalizar? Desde fuera parece que no…
El silencio sepulcral llegó a La Rosaleda en el descuento, cuando Hassan fusiló a Dani Barrio a bocajarro. 0-1. Segundos después, el del silbato se llevó la mano al pinganillo para acabar consultando la pantalla. ¿El desenlace? Tanto cancelado por falta previa de Oriol Rey sobre Juande al comienzo de la jugada. La diosa fortuna le sonrió al Málaga, que fue beneficiado por el VAR y Pulido Santana en la última media hora.
No se puede medir al milímetro el fuera de juego. Debería pintarse cuando sea claro y evidente,al menos por un cuerpo de separación.
Esta vez hemos salido beneficiados por suerte.
Vamos Málaga!?
No se puede medir al milímetro el fuera de juego. Debería pitarse cuando sea claro y evidente al menos por un cuerpo de separación entre jugadores.
Esta vez hemos salido beneficiados por suerte.
Vamos Málaga!?
Creo que se queda en el tintero el penalty a escassi,para mi es clarísimo el agarrón.
Lo peor, es que este tipo de partidos en los que la actuación arbitral perjudica al mirandés…. No es nada nuevo. Esto no ha hecho más que empezar y lo del segundo gol anulado, es de lo más injusto que he visto en este deporte.
Malos árbitros.