El fútbol es el fiel reflejo de que las cosas pueden cambiar de rumbo por mucho que vayan en una dirección fija. Esto se le aplica al Málaga de José Alberto, que parecía que se iba a mudar al doble pivote con la llegada del asturiano al banquillo. Sin embargo, el ’19’ se adueñó de la medular y los tiempos del partido frente al Sevilla Atlético… en un dibujo diferente. Jozabed rompe los esquemas.
El centro de operaciones boquerón partió contra el filial de Nervión a la vieja usanza: tridente con Escassi dominando el eje a su antojo junto al de Mairena y Luis Muñoz más adelantado. Lo que empieza a gustar en la parroquia blanquiazul es que la sala de máquinas varía de figura en función de las necesidades del choque. En ataque fue un 4-3-3, pero en defensa podía ser 4-2-3-1 o 4-4-2 con el ‘8’ prácticamente a la misma altura que la referencia -se apreció, sobre todo, con el goleador Roberto durante la primera parte-.
Y hablando de goleador. Si al sevillano le sumas la calidad en quilates que tiene a balón parado, pues pueden acontecer imágenes como la de ayer. El golpeo se convierte en poesía a cámara lenta, el sonido de la red en música celestial y el esférico le hace una visita a la escuadra para ser firme candidato a la mejor diana de la pretemporada en Martiricos. Adopta varios roles y domina los compases del juego. Al igual que el Málaga comienza a convencer, Jozabed rompe los esquemas del míster.
Enhorabuena!!!. Para eso están las pretemporadas para practicar y ensayar varios esquemas y tácticas de juego.
Me gusta lo que veo. Equipo trabajado.
Vamos Málaga!!!?