El mítico San Félix de 2018, casi en el exilio

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La plantilla del San Félix en el campo del Juval tras clasificarse para la Copa del Rey
La plantilla del San Félix en el campo del Juval tras clasificarse para la Copa del Rey

Aún perdura en el malaguismo la gran hazaña que firmó el juvenil San Félix en 2018. Una plantilla que firmó números históricos. Una única derrota, nueve empates y veinte victorias. Además de esos guarismos, los de Alejandro Acejo, Nacho Pérez y compañía coquetearon con todo un Real Madrid por alcanzar la final de la Copa del Rey.

Casi logran la hazaña, ya lo hicieron ante el Atlético Madrileño o la Real Sociedad, en el encuentro de vuelta con una eliminatoria para el recuerdo. El 6-1 de la ida fue una losa pero en las instalaciones del Juval se colocaron 4-1 y si no llega a ser por la polémica expulsión de Vicario, quien sabe.

El mítico San Félix de 2018 se desangra y es que de esa casi veintena de futbolistas, solo Ismael, Ramón, Gonzalo, Cristo y Quintana han tenido presencia en el primer equipo. El resto visten de corto y están casi en el exilio. Y no sólo los jugadores.

Los dos primeros, Ismael Casas y Ramón Enríquez, son los alumnos aventajados y que más progresión han tenido en los últimos años. De hecho, esta campaña el club ratifica su apuesta al dotarle de ficha profesional. En cuanto a Gonzalo, Cristo y Quintana, estará por ver el rol que este curso les de José Alberto López si bien es cierto que todos han llegado a vestirse de corto con la primera plantilla

De esa plantilla, no queda nadie del cuerpo técnico en la Academia. Alejandro Acejo, tras acabar esa mismo campaña, puso rumbo a Sevilla donde continúa dirigiendo al juvenil División de Honor. Nacho Pérez, el segundo técnico de ese San Félix, siguió su progresión hasta que este curso optó por salir del Málaga y coger las riendas del Antequera. José Luis Schneider, el preparador físico, actualmente está trabajando en el Rapid de Bucarest en la Primera División Rumana y Ángel Palencia, entrenador de porteros, hace lo propio en el Torremolinos.

La plantilla casi al completo no tenía ningún jugador de último año. Todos de primer o segundo año juvenil. Pese a ello, buena parte de esa camada procedía del Liga Nacional que el curso anterior se proclamó campeón del grupo 13 también bajo las órdenes de la dupla de Alejandro Acejo y Nacho Pérez.

La portería era la siguiente: Salvi y Gonzalo.

Salvi tras su salida del club y firmar el curso pasado con el Xerez donde disputó la fase de ascenso a 2ª RFEF ha firmado este verano con el San Roque de Lepe.

Gonzalo: Fue el guardameta titular ese curso. El argentino creció ese año y se consolidó como una de las promesas y apuestas del club en esa posición. Ya debutó con el primer equipo con Víctor Sánchez del Amo y Pellicer.

La plantilla que componía la defensa: Álvaro, Ismael, Denis, Llopis, Chechu, Urbina, Cristo.

Álvaro se marchó al 26 de Febrero tras esa campaña y posteriormente al Senior del Malaka. De Ismael Casas, poco que decir. Denis salió del club tras su último año de juvenil y actualmente está en el Hércules B. César Llopis también hizo las maletas rumbo al filial del Getafe. Chechu puso rumbo al Real Madrid y el Castilla lo cedió a Las Rozas. Urbina tras acabar su etapa juvenil probó fortuna en el filial de la Ponferradina junto a Mario Ordoñez y ahora ha firmado con el Torremolinos. Cristo, pese a no arrancar de titular en el San Félix creció a base de trabajo y buenos minutos en partidos clave.

La sala de máquinas: Ramón, Marcus Rowley, Mario Ordóñez, Rubén López, Alberto Quintana, Tabi, David Álamo, Rafa Castillo y Cristóbal Peñarroya. Poco más que decir de Ramón Enríquez. Marcus de pasar por las categorías inferiores de la República de Irlanda a firmar esta próxima temporada con el Torremolinos. Un calvario de lesiones y oportunidades residuales frenaron su crecimiento. Ordoñez se marchó al Mancha Real tras su etapa como juvenil y desde ahí a la Ponferradina.

Alberto Quintana sigue en el club y este verano puede ser clave para ver su progresión. Tabi fue centrocampista ofensivo que hizo prueba en ese San Félix pero pasó sin apenas protagonismo a lo largo de todo el curso. Rubén López, minutos testimoniales y poco más se supo. En cuanto a David Álamo, siguió en el club en el juvenil A, pero no continuó y se marchó al filial del Mallorca donde tuvo una grave lesión. Rafa Castillo siguió en el juvenil A y posteriormente en el filial. Finalmente salió y terminó el curso pasado en el Atlético Porcuna. Cristóbal Peñayorra, el ’10’ el jugador probablemente con más calidad del equipo. Se marchó del club a los EEUU para continuar su formación académica y a su regreso a España firmó por el Sevilla. Actualmente sigue en la cantera de Nervión.

En la delantera había dinamita. Mike Cevallos, Vicario, Kuni, Aaron y Javi Torres. La dupla Mike-Vicario coparon los focos y con razón. Explotaron como goleadores y fueron clave en determinados momentos de la temporada. Goles que ganaron partidos y cumplieron objetivos. Este mismo sábado Mike se despedía del club. Su progresión no fue la deseada ni tampoco la que requería ante el crecimiento de otros jugadores en esa posición. Este año ha firmado con el filial del Ibiza. Vicario continúa como el ‘9’ del juvenil A, el curso pasado en el tramo final con el Atlético Malagueño y este verano tendrá que batirse el cobre con Loren y Roberto por un puesto en el once titular del filial. Kuni arrancó la campaña pero se marcha esa misma temporada al 26 de Febrero y posteriormente al CD Alhaurino y después al CD Rincón. Aaron y Javi Torres sin apenas oportunidades ni minutos entre lesiones y la clara apuesta del cuerpo técnico por Mike y Vicario. En definitiva, El mítico San Félix de 2018, casi en el exilio.

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