Tras el final de temporada, el Málaga CF ya renueva el césped de La Rosaleda. Hubo que esperar hasta que se produjera el choque entre Noruega y Grecia para poder llevar a cabo uno de los clásicos eventos durante la pretemporada.
Con un trabajo que conlleva aproximadamente unas 9 semanas de trabajo, el objetivo del cambio de muda consiste en debilitar el raygrass existente junto a la bermuda del césped. Tras ello, una segunda fase en la que se lleva a cabo un proceso de reactivación de la bermuda para favorecer su crecimiento con fuerza. Todos estos trabajos de renovación ya se llevaron a cabo el pasado año tanto en el césped del estadio como en el campo anexo de entrenamientos. Este año, y tras su traslado a los campos de la Federación Malagueña de Fútbol, el anexo no tendrá cambio de tapete.
Así, la entidad blanquiazul se dispone a llevar a cabo un mantenimiento del césped que lo adecue lo máximo posible a las exigencias que presente la temporada 21/22.
El lo explicaba tecnicamente en su web. «Desde este mismo lunes, se ha activado el protocolo habitual de muda del césped por estas fechas. El motivo, que la hierba actual no aguantaría las altas temperaturas y la humedad de los próximos meses veraniegos en Málaga. En primer lugar, se realizará una bajada progresiva del corte de la hierba hasta casi a ras de suelo. Así, se debilita la hierba invernal y la de verano, dormida, empieza a fortalecerse. Con posterioridad, se harán escarificados para debilitar la hierba y estimular la raíz; y pinchados, acto seguido, para acabar con el recebo de arena y la semilla de verano. El proceso estimado de transición del césped, en torno a 8-9 semanas, dejará en un estado adecuado al tapete de La Rosaleda para los primeros compases de la campaña venidera», comentaba en su web.
