Arnau, un gran malaguista enamorado de su club

La opinión de Antonio Merchán sobre el fallecimiento de Francesc Arnau

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Merchán Radio Marca
AJ Merchán durante un programa de Radio Marca
FRANCESC ARNAU fue un gran malaguista, enamorado de su club, y que nunca comprendió su salida de la entidad malacitana ni los motivos que teníamos quienes le criticábamos para poner en estado de solfa su gestión. Tampoco asimiló esa situación inexplicable en la que todo el mundo criticaba sus errores y, sin embargo, nadie elogiaba sus muchos aciertos para el club. Máxime cuando nunca criticó al verdadero culpable de sus aciertos o errores, el impresentable, nefasto e hipócrita presidente por aquellos días, Abdullah Bin Nasser Al Thani.
Servidor habló mucho con Arnau, muchísimo. Con el jugador primero,  con el capitán, después. Más tarde con el responsable de la cantera, primero como ayudante de Manel Casanova y luego como máximo responsable de la misma. Francesc ayudó y mucho a Manel,  q.e.p.d., cuando éste tuvo problemas serios de salud  y asumió decisiones y responsabilidades que no le competían en ese momento pero que fueron decisivas para la cantera blanquiazul.
Mi amigo Arnau cometió el error de aceptar la responsabilidad de ser el Director Deportivo de un club en manos de un desequilibrado y, con el tiempo, aquello resultó fatal. Vivía presionado y sufrió mucho para sacar adelante al club de Martiricos. Ese estrés y  la presión mediática fueron demasiado para su día a día, aunque supo dialogar con todos aquellos que se lo pidieron y, discutiendo amablemente o no, mantuvo siempre conversaciones de horas, al menos conmigo, para intentar explícame sus decisiones y su trabajo.
Pero se enamoró de este club y de esta ciudad, la hizo propia, una especie de tierra prometida e incluyó en su vida diaria al magnífico club Higuerón Resort, donde demostró sus grandes habilidades para jugar al padel y seguir ganando títulos y logros para Málaga.
El discutido guardameta al principio, elogiado y respetado después, se convertía también en un referente de este deporte para nuestra ciudad. Y en ésas estábamos cuando le llegó una oferta como director deportivo del  Real Oviedo  que aceptó con el paso de las semanas pero con gran tristeza por abandonar a su club y a Málaga.
Por desgracia, nunca lo imaginé, mi última conversación con él para vernos, quedará aplazada durante un tiempo aunque en mis pensamientos siempre estará ahí. Se va un amigo al que espero que nadie falte al respeto ni ponga en tela de juicio o me tendrá en su contra de forma muy seria. Del mismo modo pido respeto para sus hijos, que desde luego no se ha tenido en muchos medios de comunicación al informar de su triste fallecimiento.
¡Ojalá!, que nadie quiera engañarlos u ocultarles el pasado malaguista y el legado que deja su padre en nuestro club,  o yo mismo estaré en primera persona para evitar que así sea. Se nos ha ido una buena persona.
Las circunstancias y otras cuestiones que no vienen ahora al caso, han provocado que su forma afable y positiva de ver la vida no le haya permitido superar una situación determinada y compleja.
Pero éso, lejos de ser una muestra de debilidad o cobardía, representan unos valores y una convicción determinante en su idea de cómo manejarse por el mundo muy superiores a otras cuestiones más mundanas.
Nos invade una enorme tristeza la pérdida de Francesc Arnau, gran malaguista, buena persona y padre extraordinario. Reciban mis más sinceras condolencias sus hijos, legado de educación y valores os deja vuestro padre, familiares más cercanos y sus amigos.
El Málaga CF pierde a uno de los suyos y los demás a un buen tipo, q.e.p.d.
¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo ésto último.

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