Con la permanencia asegurada, el Trops Málaga da los primeros pasos de cara a la temporada que viene, que será su tercera participación en la División de Honor Plata. Así, a la renovación del central José Antonio Consuegra, confirmada el pasado mes de marzo, se une la del portero Jorge Oliva, sin duda, el jugador que ha marcado la diferencia durante el presente curso. Y es que, estadísticamente, el cancerbero sevillano ha mantenido una regularidad durante la actual campaña que le ha convertido en el principal baluarte del equipo de Quino Soler.
Oliva, tras su renovación, se ha mostrado “muy contento, porque estoy en un club que, la verdad, me lo está dando todo. Estoy muy feliz en Málaga y en esta entidad, ya que me acogieron muy bien desde el principio. Será mi cuarta temporada y espero que no sea la última”, manifestó el meta del Trops. Asimismo, el sevillano recordó las dos últimas campañas, “un tanto raras”, al estar marcadas por la pandemia de la Covid-19, y concluyó con el deseo de que el club y el cuerpo técnico “hagan un gran equipo para la temporada que viene, porque queremos competir bien, con todas las garantías, y llegar a lo más alto posible”, sentenció el portero del Trops Málaga. Jorge Oliva (Sevilla, 21 de agosto de 1983), que mide 1,90 de altura y pesa 98 kilos, cuenta con una amplia trayectoria deportiva, no en vano, antes de fichar por el Trops Málaga en la temporada 2018-2019 para subir al equipo a División de Honor Plata, militó en el Ángel Ximénez-Avia de la Liga Asobal, donde jugó durante cinco temporadas.
Concretamente, firmó por el club cordobés en la 2012-2013, convirtiéndose en uno de los protagonistas del ascenso a la élite del balonmano nacional, y tras su paso por el Balonmano Ciudad Encantada de Cuenca (2013-2014), regresó a Puente Genil en 2015, ya en Asobal, club en el que permaneció hasta la campaña 2017-2018, si bien su carrera profesional en la máxima categoría del balonmano nacional la comenzó con solo 18 años de edad, al fichar por el Balonmano Altea en la 2002-2003. En este club jugó durante cinco temporadas hasta que dio el salto al Teka Cantabria en la 2007-2008, y en la 2010-2011 recaló en el Guadalajara. Por tanto, Oliva es un guardameta experimentado y con muchos años en la élite a sus espaldas, no en vano, ha jugado 14 temporadas en la Liga Asobal y una en Rumanía, también en la máxima categoría, concretamente en el CSM Bucarest.