No es que lesionarse llegue en el momento más inoportuno. Es que un problema físico siempre, sean cuales sean las circunstancias, es un enorme fastidio. Y en el Málaga, esta temporada, hay varios ejemplos de ello. Uno de los últimos casos de esa lesión inoportuna a más no poder es muy claro: el de Josua Mejías.
El venezolano, después de una primera parte de la competición más que decepcionante, tuvo un punto de inflexión en Nochevieja. Tras su desmadre, le hicieron entender y entendió que debía cambiar, ser más profesional. Coincidió su cambio de actitud, además, con la necesidad del equipo de contar con él ante las múltiples bajas en defensa.
Y Mejías cumplió de manera impecable. Encadenó, desde la jornada 25 (derrota ante el Sporting) hasta la 32 (derrota frente al Almería), ocho encuentros consecutivos como titular. Su rendimiento, siempre junto a Juande, de notable. Pero ahí llegó la lesión inoportuna de Mejías. Una rotura en el recto anterior de su pierna izquierda que le ha mantenido de baja seis semanas.
En esta ya ha podido completar toda la semana de entrenamientos con normalidad. Sería extraño no verle en la convocatoria que ofrecerá el domingo Pellicer para el duelo ante el Oviedo. Uno de los últimos en los que se le podrá ver con la camiseta malaguista.
